Este blog tiene como misión, entre otras, reivindicar la investigación con modelos a escala en la arquitectura. En aviación se hace y parece que da buenos resultados. Es infinitamente más barato estrellar un modelo a escala que un avión real, y también mucho menos peligroso. En arquitectura no existe este peligro, pero sigue siendo mucho más barato estudiar edificios a escala que edificios reales. La miniaturización y abaratamiento de la electrónica hacen que sea posible instrumentar masivamente estos modelos y obtener una cantidad ingente de información experimental, rentabilizando enórmemente la inversión realizada.
Instituciones como la NASA, que saben algo sobre investigación, son requeridas por compañías como la Boeing, para el desarrollo de nuevos conceptos de aviones de pasajeros. Y entre sus estrategias está la de experimentar con modelos a escala, como medio de completar y contrastar la información obtenida por los estudios realizados con túnel de viento y simulaciones informáticas. Un ejemplo de ello es el X-48B, que representa a una escala del 8,5% el nuevo concepto de avión de pasajeros "blended wing body" de la Boeing. Este prototipo realizó sus primeros vuelos de prueba en 2007. Esta práctica es relativamente habitual en aviación, encontrándose abundantes ejemplos como el avión solar Centurión, del que también se realizó un modelo a escala previo para verificar su viabilidad.
El equipo de Flyer One trabaja actualmente en un modelo a escala 16,6% de casa solar avanzada, como medio de explorar las nuevas posibilidades que permite la construcción de "máquinas eficientes para ser habitadas". Se sigue así de este modo una recomendación ya clásica de Norman Foster y otros, aprendiendo las lecciones que sobre investigación nos dan aquellas ramas de la industria que están tecnológicamente más avanzadas que la construcción arquitectónica, como es la aeronáutica.
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