sábado, 16 de enero de 2010

Thinair: la magia del monopala.


¿Alguien se imaginó alguna vez un aerogenerador de una sola pala? Thinair lo ha hecho, aportando un ejemplar muy interesante al escenario de los pequeños aerogeneradores domésticos.

No cabe duda de que su diseño llama la atención. Pero además sus inventores manifiestan que aporta notables ventajas respecto a otros modelos convencionales. Por ejemplo, uno de los problemas fundamentales de cualquier aerogenerador es soportar vientos excesivos. Para ello se han desarrollado diferentes mecanismos de seguridad, como el frenado de emergencia, el cambio de ángulo de ataque o el plegado de las palas. Thinair resuleve este problema de una manera ingeniosa, pivotando sobre su eje y quedando en línea con el viento.





Por otra parte, otro elemento declarado de diferenciación de la competencia es su diseño, pensado para ser agradable además de funcional. Se plantea que el propietario de este aparato se sienta orgulloso de tener algo diferente además de bello.

En el lado de las desventajas está que necesita algo de electricidad para arrancar, ya que no lo hace solo con la fuerza del viento. Igualmente cabe sospechar que el eje soporta ciertas vibraciones ya que este tipo de rotor casi unca funciona equilibrado, por lo que su durabilidad queda en entredicho, y su mantenimiento puede llegar a resultar costoso.

















Con una potencia pico declarada de 2KW, permite alimentar una vivienda eficiente. Siempre y cuando haga una cierta cantidad de viento al año en el lugar donde se ubique. Por ejemplo, en lugares con una media de viento de 4-5m/s el fabricante asegura que Thinair produce alredeor de 3.250KWh, lo que podría cubrir las necesidades de una vivienda de bajo consumo. Evidentemente necesitaría acumuladores (baterías) o bien un sistema de vertido a la red.

No es la primera vez que se fabrica un aerogenerador monopala, aunque parece ser el primero de pequeño tamaño. En efecto, a finales de los 80 y principios de los 90, se ensayaron modelos de aerogeneradores de una sola pala.




















Mas tarde o más temprano los arquitectos tendermos que pensar el la integración de estos dispositivos en los edificios. Por si acaso los fabricantes de Thinair (Poewerhousewind) defienden en su Web las posibilidades de integración de su aerogenerador en el diseño arquitectónico.














Powerhousewind

lunes, 11 de enero de 2010

El Monohelicóptero: inspiración biológica.















El mono-helicóptero o monocóptero es un ejemplo de inspiración tecnológica en las formas de la naturaleza. La semilla del arce cae lentamente describiendo un movimiento helicoidal que suaviza su descenso e incluso permite su transporte por el viento. Desde antiguo ha observado el hombre esta maravilla natural, intentando imitarla con diferentes modelos. Ya en 1914 se patentó un monocóptero (gyrocoptére) por los franceses Papin y Rouilli, que no llegó a despegar. En 1962 el Bolkow 103 demostró que era viable un helicóptero monopala.




En los últimos años el MIT ha desarrollado pequeños prototipos no tripulados para estimar su viabilidad. Se trata de modelos que giran con respecto a su centro de gravedad, como la semilla del arce. Su objetivo es hacerlos estables y controlables sin la ayuda de motores auxiliares de estabilización sino solamente variando la velocidad de giro y la aerodinámica de la pala.

En 2008 sus intentos parecen haber tenido éxito en lo que respecta a su estabilidad y control en vuelo frontal. Posteriormente la universidad de Maryland ha desarrollado modelos aún más pequeños con características de control mejoradas.






No parece que en un futuro próximo veamos aeronaves tripuladas que vuelen con este concepto. Se visualiza más bien que su futuro natural sean modelos recreativos de radio control y pequeños vehículos de reconocimiento militar no tripulado.

domingo, 10 de enero de 2010

La revolución de las micro bicicletas





















No se trata de bicicletas para niños o para equilibristas. Es literalmente la solución a la mobilidad urbana del siglo XXI. Siempre y cuando las autoridades locales no den los pasos para impedirlo.

La vieja aspiración largamente acariciada por los amantes de la bicicleta, cada día más abundantes, afortunadamente, de disponer de una máquina lo suficientemente ligera y pequeña para guardarla en un micro apartamento y lo suficientemente competente como para rodar como una bicicleta normal de paseo y todo ello a un precio razonable, es por fin realidad. Ya no hay excusa, hay que disfrutar de la experiencia de adquirir una de estas nuevas joyas de la tecnología y reconquistar las calles de la ciudad frente al automóvil. De paso haremos algo de ejercicio que no viene mal a la salud.





















Aunque hace décadas que existen las bicicletas plegables, solo en los últimos años se ha popularizado un nuevo tipo de bicleta plegable más ligera, de ruedas más pequeñas, que además incorpora suspensión, varios desarrollos e incluso tracción eléctrica. Son las plegables de ruedas de 20", que permiten un uso muy amplio y plegadas ocupan muy poco espacio. Sin embargo se puede aún llegar un poco más lejos en reducción de tamaño y peso si no se requiere hacer más que unos pocos kilómetros cada vez. Es decir, los famosos trayectos cortos por ciudad. Aquí brillan con luz propia las bicicletas de 14", cuya relación tamaño prestaciones no deja de sorprender.
















En efecto, con una longitud total inferior a 1,10cm caben en un ascensor convencional sin plegar nada. Pero además se pueden plegar (incluso los pedales son abatibles), meter en una bolsa y llevárselas de viaje a cualquier sitio. Su peso de alrededor de 8,5Kg las hacen igualmente fáciles de transportar. Finalmente, su precio, hasta ahora algo elevado en comparación con otros tipos de bicicletas, está acercándose a los 250€, y es posible que en adelante baje aún más.

Definitivamente un avance tecnológico hacia la sostenibilidad, el sentido común y la civilización.