sábado, 15 de mayo de 2010

La burbuja: ¿un paradigma eficiente?


















El ingeniero alemán Werner Sobek propone desde Stuttgart su prototipo R-129, una nueva versión de la burbuja transparente, esta vez con un planteamiento de alta eficiencia energética basada en una lámina electrocrómica que controla la entrada de radiación, o células fotovoltaicas integradas para el abastecimiento energético de la vivienda.

Desde hace tiempo se contempla la geometría de la burbuja como paradigma físico de mínima superficie (mínima envolvente de intercambio térmico, mínimo empleo de material) versus máximo volumen (máximo aprovechamiento interior). Más allá de que es cierto, se esconde el inefable atractivo de la perfección natural de la gota de agua.


La propuesta de Sobek pone de manifiesto una aspiración arquitectónica evidente: la búsqueda de un monocasco transparente de escaso espesor y alta eficiencia energética. De alguna manera este proyecto se emparenta con el refugio alpino ideado por Ross Lovegrove, lo que muestra la evidencia del deseo de contar con una envolvente de altas prestaciones que aún es una entelequia.

El atractivo innegable del monocasco se enfrenta continuamente con los problemas de la escala. En cuanto se traspasan ciertas dmensiones, a saber las de transporte, empieza a no se factible mantener el concepto de monocasco, esencialmente por la menor confianza que proporciona una unión en obra con respecto a la producción industrial. De este modo las cúpulas transparentes dependen por lo general de una estructura metálica de soporte.

La idea no es nueva y en el siglo XXI se realizaron impresionantes cúpulas transparentes, a base de mucha carpintería metálica y piezas de vidrio de pequeña dimensión, como la galería Vittorio Emmanuelle en Milán.

 













No obstante Sobek, conocedor de las limitaciones técnicas de los sistemas de acristalamiento desarrolla prototipos que trabajan estructuralmente sin carpintería, como por ejemplo su cúpula de vidrio, con piezas trabajando a compresión como las fábricas de piedra tradicionales.





























Lástima que esta cúpula utilice vidrio templado químicamente (utilizado para helicópteros) conformado y laminado con vidrio recocido, todo ello de altísimo coste. Además las limitaciones dimensionales siguen siendo un handicap para poder establecer este método como un sistema constructivo versatil de coste competitivo.


Tal vez en un futuro no muy lejano podamos contar con un sistema constructivo que a precio aceptable proporcione una envolvente transparente-translúcida que además resulte energéticamente eficiente de cara a combinar la utopía arquitectónica con la sostenibilidad.