martes, 27 de diciembre de 2011

Asphalt modified: joyas surgidas del barro.




















Los modified stock cars nacieron en EE.UU., a partir de la segunda guerra mundial, cuando algunos conductores modificaban sus coches para obtener ventaja sobre sus competidores. Estas preparaciones fueron aumentando hasta que se produjo una separación entre los coches de carreras que se basaban en modelos comerciales y los que prácticamente no conservaban nada del modelo original. La rápida evolución de los automóviles de los años cincuenta hizo que la generación anterior, esencialmente modelos retirados de Ford y Chevrolet, se convirtiera en una base inestimable para la construcción casera de coches de carreras.


















Las carreras más populares en EE.UU. se hacían en pistas de tierra con forma oval, por lo que también se conoce este tipo de automovilismo como Oval Racing. Por alguna razón la combinación de carrocerías antiguas, recortadas y rebajadas, con enormes neumáticos ha dado lugar a unos aparatos de una extraña pero poderosa belleza.




































































En la actualidad se han convertido en clásicos que se restauran para hacer carreras nostálgicas. La libertad de concepto exhibida por los constructores de estos vehículos hace que los resultados sean a la vez variados y muy divertidos, lo que añade encanto y colorido a estas reuniones.













































Este estilo de preparar coches sin duda influyó en Sudamérica y en el estilo de algunos modelos memorables tanto en Brasil como en Argentina. En Brasil se conocen como "carreteras".

































En Argentina reciben el nombre de "cupecitas", y fueron la cuna de campeones como Oscar Galvez y Juan Manuel Fangio. Hoy algunos aficionados hacen carreras de regularidad sin superar los 80km/h, cuando los originales llegaban a alcanzar los 200km/h en las pistas de tierra de la pampa.





















Por último la imaginación de los modelistas da la última vuelta de tuerca a esta pasión por los vehículos de aspecto retro y salvaje. Suficiente base y amplia libertad, trabajando con componentes conocidos, dan lugar a excelentes creaciones que incluso superan con creces a la realidad.





















































En fin, muestras de buen oficio, mucho trabajo, pasion y afición, conocimiento técnico y búsqueda de prestaciones. Verdaderas obras de arte.

Arduino: una base diferente para la domótica



















Cuando se contacta con esta sencilla placa electrónica se descubre todo un mundo sorprendente y esperanzador, que una vez más nos hace admirar las propuestas visionarias del MIT(Massachusetts Institute of Technology), cuya magnitud solo se comprende cuando empieza a ramificarse por el mundo como fuente de progreso al alcance de cualquiera, sobre todo si no tiene recursos.

Esta placa tan barata, que casi puede programar y hacer funcionar cualquiera, procede a su vez del proyecto Wiring, generado a su vez por el proyecto Processing nacido en el MIT. La cosa no tiene ningún secreto: en el MIT se dieron cuenta eseguida de que los diseñadores y artistas visuales necesitaban un lenguaje de porgramación más sencillo e interactivo, por lo que Casey Reas, del Instituto de Diseño Interactivo de Ivrea, y  Benjamin Fry, del grupo de estética y computación del Media Lab del MIT, iniciaron el proyecto en 2001. Con ello crearon este nuevo lenguaje de programación, basado en Java, como herramienta para que los no expertos en programación se iniciasen en la programación gracias a la instantánea obtención de un producto visual.














Por ejemplo la nueva publicidad de Mont Blanc, que genera variantes automáticamente a partir de las características técnicas de los productos. Processing consigue con órdenes sencillas generar paquetes complejos de órdenes Java, ejemplificándose con el comando "Hello world", que es una orden válida en Processing.

A partir de Processing surge el proyecto Wiring, creado por Hernando Barragán, procedente del Instituto de Diseño Interactivo de Ivrea, actualmnete en la Universidad de los Andes. Wiring propone una nueva base hardware para avanzar en la aplicación de Processing, de la cual se deriva Arduino, desarrollada por Massimo Banzi y David Cuartielles, utilizando una versión simplificada del lenguaje de programación.

Pero lo verdaderamente importante es que tanto esta placa como su lenguaje de programación están pensados para artistas y aficionados inexpertos en informática, que con unas cuantas órdenes pueden ver como el hardware puede controlar determinados aparatos y mecanismos.

Se trata de un nuevo concepto de interactividad que abre nuevas perspectivas a una domótica diseñada por arquitectos y estudiantes de arquitectura, como artistas e inexpertos programadores.


















 
Entre ellos se encuentran sin duda estudiantes y arquitectos noveles, que gracias a la creación de nuevas enseñanzas que en las escuelas de arquitectura aborden estos campos, podrán plantear una nueva visión de la arquitectura como producto diseñado y fabricado digitalmente, y cuyo comportamiento sea más inteligente e interactivo.