domingo, 14 de noviembre de 2010

Miniaturización de máquinas: Conley precision engines.


Gary Conley tiene un lema: "la perfección es apenas suficientemente buena", lema segun el cual vive y con el que se ha ganado un bien merecido prestigio, sobrevivendo más de treinta años con su propio negocio, que además es su sueño anhelado.


















Tras conseguir su master en ingeniería en la Northern Illinois University, ejerció como profesor durante una temporada hasta que decidió crear su propia empresa. Su primera creación, hecha prácticamente a mano, con un limitado presupuesto, fué su primer motor de combustión a escala, el conley V-8.


















Corriendo el año 1996 Conley recibió un encargo sorpresa: la Crysler le encomendaba la construcíón de un motor Viper de 10 cilindros a escala 1/4. Contando ya con algunas máquinas de control  numérico acometió la empresa, que sobre un plazo estimado de año y medio se extendió a cinco. Diversos problemas tales como el engrase y la ignición se cruzaron en su camino hasta que al fin pudo ver su obra terminada y lista para la producción en serie.

Sin embargo la desgarcia se cebó con el cuando la fundición que iba a realizar todas las piezas de aluminio quedó destruida por un incendio sin cobertura de seguro, quedando destruidos todos los moldes construidos durante cinco agotadores años.



















A pesar de todo y con una moral de hierro Conley resurgió de sus cenizas aprovechando los masters que le quedaron del V-10, para crear a partir de el un V-8, el Stinger.

Merece la pena visitar su página web y ver alguno de sus videos en los que se aprecia el fabuloso sonido de estas pequeñas joyas de la ingeniería. Para mejor estimar su escala e increible belleza se han realizado un par de modelos a escala de automóviles que en la realidad también exhiben su motor V-8. El primero es un dragster americano, en el que es necesario compararlo con un coche real para apreciar su escala.















El segundo es un "T" bucket, es decir un ford modelo T modificado o "customizado" con un potente V-8 y enormes neumáticos traseros, al mas puro estilo americano. Lo único que nos da idea de su escala es el tamaño del pavés.


















Las lecciones que nos enseña Gary Conley son las de la perseverancia, la conquista de la perfección como parte del camino y el cumplimiento de un sueño. Pero sobre todo ese carácter indomable que le asemeja a todos los grandes científicos y descubridores: la mentalidad inconformista sobre los límitaes de la realidad, que se materializan en una famosa pregunta ¿quién dijo que no se puede hacer?