El arquitecto Yaohua Wang nos propone en su Beijing House una utopía mecánica y alienígena, con claros precedentes en Archigram y Wes Jones. Según pasa el tiempo se comprueba hasta qué punto los añejos conceptos de Archigram siguen vigentes como inspiración de la nueva arquitectura.
Liberados de la necesidad de construir, con una fe ciega en las posibilidades de la industria moderna, que es cierto que más tarde o más temprano consigue realizar casi todas las utopías soñadas, propusieron una arquitectura mediática, interactiva, dinámica, evolutiva, móvil y en general iconoclasta e incorrecta, es decir, todo lo que debe tener una propuesta de futuro.
Con una visión aparentemente diferente, basada en la decosntrucción en su inicio y con una retórica del reciclaje de contenedores navales, después, Wes Jones ha transitado una senda algo más verosimil, con edificios reales, evolucionando hacia el detalle mecánico como vía para sacar su rabia artística. Su obra se ha convertido en un referente, no tanto del reciclaje de unos contenedores, que en la práctica tampoco constituyen un problema real, sino de una visión arquitectónica que reivindica de nuevo la belleza de la máquina. Sus composiciones tienen una poderosa fuerza escultórica donde se combina el peso formal de los contenedores con la levedad del trabajo con elementos metálicos plegados con cierta libertad, conjugando una imagen industrial y mecánica con la sutileza del arte escultórico abstracto. En suma, una combinación que se cotiza como obra de arte de valor contrastado.
Pero, como casi siempre, hay otra figura menos notoria pero no menos inspiradora de la que proceden esencias arquitectónicas renovadoras. Se trata de Neil Denari, cuyos conceptos de los '80 contenían a partes iguales verosimilitud y utopía, haciendo un homenaje a la máquina todavía más sutil y frío que Jones. Sus perspectivas, como las de un piranesi posmoderno, vistas desde el helicóptero, son obras de arte que pertenecen ya a afamadas colecciones.
La relación entre Wes Jones y Neil Denari la encontramos como mínimo en el número 12 de Pamphlet Architecure, titulado "Building Machines" , en el que intervienen ambos entre otros autores. Como se ve, la famosa máquina de vivir de le Corbusier tiene cuerda para rato.
En esta línea evolutiva trazada desde Archigram existe otro elemento recurrente: el impacto mediático de sus imágenes, deliberadamente pensadas para ejercer una influencia intensa en las mentes de los arquitectos. Wes Jones practica esta capacidad de comunicación incluso desde el cómic, capacidad que sin duda ha transferido a Yaohua Wang, como mentor de su trabajo Latent City.
Buenas influencias sin duda ha tenido Yaohua Wang que da un paso más en esta evolución darwiniana, genera una nueva mutación, la de la doble curvatura, la de la free-form. Ahora la dureza mecánica de soportes y arriostramientos metálicos se combina con elementos de fuselaje de forma fluida, aerodinámicos, donde la acertada combinación de elementos se nos presenta como una convincente superposición de conflictos, como los que se producen espontáneamente en nuestras ciudades (escaleras de incendios, aparcamientos en altura, anuncios luminosos, torres de ascensores, helipuertos), donde los despieces revelan el esfuerzo técnico para resolverlos (como el despiece de una batidora o de una cámara fotográfica) y donde los espacios interiores nos trasladan a escenarios de ciencia ficción.
