sábado, 22 de enero de 2011

French connection: Le Corbusier, Henri Farman y Gabriel Voisin. Por Benito Lauret y Graciela Ovando.


















¿No fue Buckminster Fuller quien decía aquello de construir casas como aviones? Bueno, pues le Corbusier ya hablaba de ello mucho antes. De hecho Edward Ford en su libro "Los Detalles de la Arquitectura Moderna" explica que la cubierta de Ronchamp estaba inspirada en las alas del Goliath, primer avión de pasajeros de la historia, diseñado y construido por Henri Farman.

Pero ambos eran deudores de un personaje poco conocido y sin embargo de una demostradísima genialidad. Gabriel Voisin, inventor de la primera casa prefabricada, de aviones pioneros, de automóviles de lujo, de carreras y del  mismísimo "biscuter".
En el segundo número de la revista l'Espirit Nouveau (1920) le Corbusier ya ensalzaba el admirable logro de Voisin de construir casas prefabricadas en su factoría de aviones.

Henri Farman comenzó a volar en los aviones que en 1907 fabricaba y comercializaba Voisin. Gabriel Voisin inició sus estudios de arquitectura en l'Ecole des Beaux Arts (1899) a los 19 años, pero su pasión de inventor le hizo abandonarlos pronto en favor de volar con algo más pesado que el aire. Fundó su factoría en 1905 con su hermano y Louis Blériot. Durante la 1ª Guerra Mundial  su Voisin III fue el primer avión aliado en entrar en combate y derribar un avión enemigo.

Sin embargo al terminar la guerra y perder sus contratos con el ejército, Voisin se planteó el hacer casas prefabricadas. A pesar de los elogios de le Corbusier, el sector de la construcción francés lo vió como una amenaza, lo que convenció a Voisin de abandonar el proyecto en favor de la producción de automóviles.
Sus primeros modelos fueron automóviles de lujo, pero con una visión diferente para la época, utilizando carrocerías ligeras de aluminio. De hecho llegó a crear un modelo llamado laboratorio (1923) con carrocería aerodinámica y monocasco de aluminio.
Uno de los afortunados clientes de Voisin era precisamente le Corbusier, que diseño la planta baja de la Villa Savoya teniendo en cuenta el radio de giro de su Voisin.

Debido a su longevidad Gabriel Voisin a sus setenta años todavía tuvo tiempo de seguir produciendo diseños sorprendentes. En los tiempos de la posguerra (1950) propuso un automóvil ultraeconómico u ultraligero: el biscuter. Construido en aluminio, como solía, no tenía puertas ni ventanillas, ni tampoco marcha atrás, pero costaba poco más que una moto de la época. Sus intentos no tuvieron un éxito inmediato en Francia, hasta que la empresa española Autonacional comenzó a producirlos en 1953. Cerca de 40.000 unidades se produjeron durante la década siguiente.



Gabriel Voisin falleció finalmente a los 93 años (1973) sin pena ni gloria, tras sobrevivir sus últimos años con una menguada pensión.