Este proyecto de Future Systems de 1983 (industrial nursery) con su formidable aerogenerador y sus conductos flexibles, transmite las mejores esencias de la imaginería espacial, de la solvencia científica de la NASA, de los edificios intrépidos conquistando paisajes hostiles, tal vez lunares. Y todo ello con la contrastada sensibilidad arquitectónica demostrada por Kaplicky.
El nuevo reto de conseguir edificios de alta eficiencia, de consumo nulo, va a requerir que los investigadores pongan toda la carne en el asador para definir una arquitectura de altas prestaciones, en la que el aprovechamiento de las ideas visionarias del pasado puede ser una oportunidad más de progreso.
Tal vez la necesidad de conseguir una arquitectura respetuosa con el medio ambiente, de mínimo impacto ambiental nos lleve a proyectar edificios con patas, como los de Archigram o el LEM de la NASA. Como siempre Jan Kaplicky ya estuvo allí, ya propuso ejemplos de habitáculos altamente tecnificados, con producción energética propia, como los satélites que orbitan la tierra ( retreat for miss B, 1980).
El paralelismo con naves espaciales es todavía más extremo en su proyecto para casa de un piloto de helicóptero. Casualmente la construcción de estaciones de investigación en la Antártida sigue unos patrones similares.
La electrónica y la informática ya han permitido mejorar notablemente las prestaciones de los automóviles, sin embargo la falta de avance en la edificación es lamentable. Además el conservadurismo formal en la arquitectura limita enormemente la integración de dispositivos exteriores en su imagen, tales como fotovoltaicas y aerogeneradores. No son éstos los que deben adaptarse a una arquitectura caduca y arcaica, sino la arquitectura la que debe evolucionar hacia nuevas formas, nuevas expresiones y nuevas percepciones de lo bello.
Propuestas de construcción modular agradable y divertida, como esta de Prada Poole, nos reconcilian con sistemas estandarizados enormemente prácticos por su flexibilidad, rapidez de montaje, versatilidad y prestaciones.
Julio Verne visualizó con enorme perspicacia las máquinas del futuro, acertando en lo esencial. Podrían estas utopías ochenteras ser una premonición de las máquinas de vivir eficientes del futuro, y Jan Kaplicky el Julio Verne de la arquitectura que imaginó hace ya décadas la historia del mañana de la arquitectura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario